Caminando hacia el Adviento

Ayer celebrábamos la festividad de Cristo Rey, cada vez ya queda menos para la Navidad por eso el domingo que viene comenzamos el tiempo de Adviento.
Un tiempo de preparación y de espera a la Navidad.
Este tiempo no es como la Cuaresma pero es un tiempo en el que podemos aprovechar para prepara nuestro corazón para la venida del Señor.
Y que mejor que preparar nuestros corazones que acercándonos al sacramento de la confesión, privándonos de alguna cosa que nos cueste, incrementando nuestro trato con el Señor a través de la oración y sobretodo estar vigilantes a la espera del Mesías, con esto lo que os quiero decir es que es un tiempo muy propicio para abrir los oídos del corazón a la palabra del Señor, es una época idónea para incrementar la meditación sobre los pasajes evangélicos.
Por eso queridos amigos os invito a que nos preparemos juntos para la Navidad.
Así el 25 de diciembre nacerá en nuestros corazones de un modo muy especial el Señor.
Cuatro semanas, que pueden ser una autentica vivencia magnifica para prepararnos para recibir al Amor de los amores, para recibir a nuestro amado Jesús.
Todo ello de la mano de nuestra Madre Maria, por que como se suele decir que mejor camino que ir a Jesús por Maria.

Por momentos en el caminar de la vida vivimos situaciones q nos desconciertan, no hace mucho me comentaban de una persona que estaba viviendo una experiencia de lo mas feliz, cunado de pronto todo se desvaneció. Esa persona tiene una gran amistad conmigo y me decía que no entendía por que le pasaba eso mi respuesta fue clara; si Dios lo permite será por algo, tu reza y veras como encuentras la respuesta. El principio cuesta pero después poco a poco vas encontrándole sentido y ves que tenia sus motivos.
Días después e la encuentro y ahora ve las osas con otros ojos aunque por momentos me decía que aun siente algo de dolor. Pero como yo le respondí las penas compartidas son mas llevaderas y si esas penas las compartes unido al Señor todavía son mas llevaderas por q como el mismo nos dice” Venid a mi los cansados y agobiados que yo os aliviare”.
Ve al Señor y cuéntale lo que te pasa, el nunca te fallara y te dará siempre la mejor respuesta.
Y tu amigo mió que sabes quien eres ay sabes que aquí tienes todo mi apoyo y el apoyo mas importante que es el de El que te ama con todo su corazón hasta el punto de dar su vida por ti. Mucho animo!!!

Día de fiesta

Hoy es 11 de noviembre y como era costumbre en mis tiempos de colegio celebramos la fiesta del nacimiento de la Madre Ana Maria Javouhey ( fundadora de las RR de San José de Cluny) esta religiosa francesa por al cual yo siento gran cariño.
Fue nombrada por el Papa Pío XII Beata y primera mujer misionera, reconociendo así su gran labor de promoción por los pueblos de raza negra y por los más desfavorecidos.
De ella gracias a mi educación por sus religiosas he cogido algunas cosas que ahora aplico en mi vida. Lo que mas admiro de ella son sus valores y su estilo de vivir el Evangelio.
Queridos amigos es un placer poder compartir las pequeñas cosas del día a día como hacia la Madre Javouhey con vosotros y estas fiestas tan familiares en la familia de la madre Ana Maria.

Beata Ana María
Tú has buscado siempre la luz y la fortaleza en el Corazón de Cristo.
Enséñanos a vivir en constante intimidad con Él,
a fin de hacer sin reservas la Voluntad del Padre.
Guíanos en este camino de Amor, que pasa por la pobreza,
el desprendimiento y la disponibilidad.
Alcánzanos el saber revelar a nuestros hermanos los hombres,
la presencia y la ternura de Dios
para gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén

Beata Madre Ana Mª Javouhey,
cuyo corazón sólo ha latido
por Dios y por las almas,
enséñanos a amar, orar, sufrir
y perdonar como tú lo hiciste.
Alcánzanos un corazón como el tuyo,
apasionado por la Voluntad de Dios,
abandonado a su amor a pesar de todas las dificultades;
un corazón fuerte y bueno,
ardiente y puro, leal y fiel,
humilde y confiado;
un corazón dispuesto a todos los sacrificios;
un corazón semejante a los de
Jesús, María y José.
Amén.

Reflexión con Ana Maria

"No se apresure, espere el momento de la Providencia…Estamos en su mano, dejémosle hacer.
Valor, confianza; no se deje abatir por la adversidad, conserve la sangre fría fundada en el amor que Dios nos tiene.
Cuando verdaderamente trabajamos por Dios, él dobla nuestras fuerzas según la necesidad.
No se es jamás desgraciado cuando se hace la Voluntad de Dios.
La Providencia tiene sus momentos. Feliz quien sabe reconocerlos y no se resiste a sus inspiraciones.
Dios mío, qué feliz se es cuando se tiene paciencia; nada nos turba.
Todo lo que nos turba no viene de Dios, Él no se comunica más que en la paz. Ésta es mi brújula y no me confunde nunca.
Tengo la alegría de pertenecer a la Iglesia desde el fondo de mi alma y si la Congregación de San José tuviera que apartarse una iota de las reglas de la Iglesia, preferiría verla destruida.
La confianza en Dios me hace dormir tranquila. Tenga confianza y no se atormentará, Dios está ahí.
¿Creen que duermo siempre tranquila? Sí, la confianza en Dios es mi fuerza.
Recemos, ¡oh! recemos mucho para que el Espíritu de Dios nos inspire, nos dirija según su santa Voluntad.
Sea siempre alegre y valiente, ponga toda su confianza en Dios; Él será su luz, su fuerza ; cuente con Él y nada le faltará".

¿Santos hoy?

Comenzamos el mes de noviembre, mes que ya empieza pisando fuerte puesto que el día 1 se celebra la festividad de todos los Santos.
Festividad que algún día, será nuestra fiesta, si así como lo leéis.
Por que como decía nuestro querido Juan Pablo II “la vocación del cristiano es la santidad”.
Esto es algo que os invito a poner en practica para vuestra vida y especialmente en este mes de noviembre, santifiquémonos en nuestra vida diaria, en nuestro trabajo, en nuestra vida de oración, en la calle, con los vecinos, con los amigos…
En definitiva hagamos de nuestra vida un camino de santidad y vallamos dejando dicho aroma en la gente que nos rodea. Que se convierta en un perfume que empape todos nuestros ambientes de modo que sea como un valioso perfume que todo el mundo lo quiera.
Para empezar no ahí que ponerse metas cortas si no que tenemos que aspirar a ser santos de altar.
Por eso para alcanzar dicha “recompensa” tenemos que llevar una vida ordenada y limpia, una vida de oración y entrega a los demás. Una vida a la escucha de nuestro Padre Dio.
Con Jesucristo y de la mano de nuestra Madre podremos aspirar a la Sanidad.
Por eso estimados amigos en los momentos de dificultad os invito a que recurráis a los brazos de María rezando el Santo Rosario la oración mariana por excelencia.
Queridos amigos seamos santos y ayudemos santificar el mundo para la Gloria de Dios.