
El otro día leía en un conocido semanal un artículo de lo más conmovedor.
El artículo contaba la historia de una mujer viuda que solía acudir diariamente con su marido a visitar al Señor.
Ella narraba que después de unos años de su muerte aun no lo había superado pero que gracias al Señor no se sentía sola, por que sabia que El estaba esperándola todos los días como cunado acudía con su marido.
Además de esto también nos cuenta un poco más de su experiencia y de un bonito detalle que le sucedió un día a la salida de la iglesia.
Lo que ocurrió, es que se encontró con una madre y sus dos hijos de corta edad ellos le preguntaron
- ¿viene de la iglesia de visitar a Jesús?
- Ella respondió si
- Ellos le dijeron nosotros vamos también para que no se quede solo.
Esta historia me hizo pensar, ¿cuantas veces pasamos por al puerta de la iglesia y pasamos de largo? O lo que es peor aun ¿Cuántas veces pasamos por delante del sagrario y nos olvidamos de saludar al Señor?
¿Cuantas veces dejamos de lado a ese Amigo que sabemos que no nos defraudara?
En numerosas ocasiones no somos conscientes del precioso regalo que tenemos en sagrario y nos olvidamos de el.
Seguramente que nunca nos paramos a pensar ¿cuantas horas se pasa el Señor solo en el sagrario, esperando a que pasemos a visitarlo?
Y El siempre a nuestro lado nunca nos abandona, aunque por momentos nos despistemos de el.
Realmente tenemos que ser un poco mas conscientes de lo que tenemos y de que el Señor nos esta esperando en el sagrario aunque solo sean unos minutos para que le hagamos un rato de compañía.
Animo a todos y no le demos la espalda a Jesús ¡!!!!